Los modelos son cada día mas variados, las líneas de producción cada día mas automatizadas y rápidas y las plantas más modernas.

Para cada producto hay una solución: la chapa perforada y calibrada con baja velocidad de flujo por la parte de ciclo donde el material está en plena fase de contracción y tiene que ser tratado  suavemente; los chorros de alta presión dinámica cuando el material ha sobrepasado el punto de Bigot, y hay que quitar toda el agua residual.

El secadero de túnel multisectorial donde los pasajes termodinámicos son efectuados por los empujes mecánicos de los carros, diseñados para producciones automatizadas, donde el flujo del material es continuo.

La cámera estática, con ventilación homogénea de baja velocidad, pero con alta masa  recirculada, capaz de seguir los parámetros implicados con la máxima precisión: ideal para las producciones de piezas especiales y en número reducido, para la desecación de los moldes en yeso, de los aisladores con aletas y perforados, de los refractarios.
 
El aire es el medio de distribución de la energía y el seadero controla su velocidad y dirección para que el rendimiento sea máximo: las máquinas están equipadas de un variador de frecuencia y el aire pasa el material desde la izquierda hacia la derecha para luego invertir la dirección, pero también desde abajo hacia arriba y al revés en el caso de los aisladores perforados o tubos de gres para facilitar la evaporación interna.

Las máquinas pueden ser cada vez más eficientes, los parámetros controlados cada vez más  cuidadosamente: pero la desecación es algo más, es una ciencia que tiene que saber encontrar la curva más adapta para cada tipo de producto.